Uno de los aspectos que más gusta de la llegada del verano además del calor, es el cambio en las tendencias de moda, estas por lo regular se acompañan de diversos diseños, influencias, aires e incluso colores.
Es esté último tema en el que nos enfocaremos a continuación.
La transferencia entre primavera y verano se hace cada día menos notable, en especial cuando buscamos decorar la casa con colores de temporada, es decir amarillos, anaranjadas, azules, etc.
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Recupera el protagonismo
La oportunidad de recuperar el protagonismo es ahora, gracias a la amplía gama de colores cítricos que empleados adecuadamente aportan enormes dosis de alegría y vitalidad en las piezas donde quieras decorar.
Si apuestas por las decoraciones en blanco, este articulo es para ti.
Es exactamente está temporada en que los cítricos vuelven, ideales para los días de sol y luz. El mejor de todos para este tema, es el amarillo y el anaranjado, dos tonos refrescantes que aportan iluminación a cualquier espacio.
El verde y el lila, producen otro efecto pero igual son colores de verano.
Generalmente se emplean para otorgar un sentimiento de espacio y tranquilidad, pero siempre siguen siendo un imán para la claridad.
Un toque de vitalidad y optimismo
Las tonalidades fuertes producen optimismo en las personas, por ello varias empresas alemanas e inglesas les emplean en los edificios donde la gente tiene que trabajar bajo cielos oscuros y lluviosos.
Una buena opción para comenzar a decorar tu casa con estos colores, la ofrecen muchas marcas con sus exquisitos tonos mandarina o el llamativo naranja vitamina.
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